Expresión oral

PE-PoderOratoria2016-640

Hace unas semanas recibimos en nuestro instituto a Mayte Salvador, periodista, actriz y locutora de radio, quien nos impartió unas clases geniales para mejorar nuestra oratoria.

Como en el siguiente trimestre vamos a tener que realizar exposiciones orales en clase, conviene que repasemos algunos conceptos sobre la oratoria que nos transmitió Mayte Salvador en sus sesiones junto con algunos otros que pueden resultarnos útiles.

¿QUÉ ES LA ORATORIA?

Si buscamos en el Diccionario de la RAE  la palabra «oratoria», aparece la siguiente definición:

  1. adj. Perteneciente o relativo a la oratoria, a la elocuencia o al orador.
  2. f. Arte de hablar con elocuencia.
  3. f. Género literario que se concreta en distintas formas, como el discurso, la disertación, la conferencia, el sermón, etc.

Vemos que en la definición se repite dos veces otra palabra: «elocuencia». Veamos qué nos dice la RAE sobre ella:

  1. f. Facultad de hablar o escribir de modo eficaz para deleitar, conmover o persuadir.
  2. f. Eficacia para persuadir o conmover que tienen las palabras, los gestos o los ademanes y cualquier otra acción o cosa capaz de dar a enteder algo con viveza.

O sea que podríamos definir que la oratoria es el arte de hablar con eficacia para persuadir, conmover o deleitar.

LA ORATORIA EN EL PASADO

Vimos hace tiempo en el blog de aula una entrada acerca de la educación en la Edad Media. Los estudiantes medievales estudiaban el Trivium (Gramática, Dialéctica y Retórica). Con la Retórica aprendían todos los aspectos para la elaboración de un discurso y su exposición ante un auditorio . Estos aspectos se centraban en cinco pasos:

  • Inventio: consiste en establecer los contenidos del discurso, es decir, de qué se va a hablar.
  • Dispositio: la finalidad de este paso es la organización de los contenidos del discurso que se han recopilado en la inventio para que formen un todo estructurado. Normalmente, se pide que el discurso se organice en varias partes:
    • Exordium o introducción: donde se capta la atención del oyente mediante recursos como la “captatio benevolentiae”, pensados para favorecer una recepción positiva del discurso.
    • Narratio: exposición del tema y de la tesis del orador.
    • Argumentatio: desarrollo de los argumentos que apoyan la tesis.
    • Peroratio: recapitulación de lo dicho con apelaciones al auditorio.
  • Elocutio: consiste en la manera de expresar verbalmente los materiales de la inventio ordenados por la dispositio. La elocutio se manifiesta a través de dos aspectos: las cualidades y los registros:
    • Las cualidades elocutivas son tres:
      • Puritas: es la corrección gramatical
      • Perspicuitas:  es el grado de comprensibilidad del discurso.
      • Ornatus o adorno del discurso, a través de figuras literarias o tropos.
    • Los registros de elocución son modalidades de discurso que dependen de la combinación de cualidades elocutivas. Son también tres:
      • Genus humile o estilo llano: tiene por objeto la enseñanza con un discurso correcto, muy comprensible y poco adornado.
      • Genus medium o estilo medio: pretende deleitar, por ello el adorno tiene más presencia que en el anterior.
      • Genus sublime o estilo elevador: busca conmover y las cualidades elocutivas están en su grado máximo.
  • Compositio: analiza la estructura sintáctica y fonética de los enunciados; esto es, sus componentes y las distintas posibilidades de distribución a lo largo del discurso.
  • Memoria: la memorización del discurso elaborado depende de dos tipos de memoria según los tratadistas clásicos: la memoria naturalis (la innata) y la memoria artificiosa, que implica una serie de procedimientos mnemotécnicos para facilitar el recuerdo.
  • Actio: se ocupa de la declamación del discurso, prestando atención a la modulación de la voz y los gestos, que deben ser acordes con el contenido del discurso.

Unos famosos discursos clásicos: Bruto y Marco Antonio en Julio César (Joseph L. Mankiewicz, 1953)

Vamos a oír y ver dos discursos muy famosos. Pertenecen a la obra de William Shakespeare Julio César, aunque nosotros los vemos en la versión cinematográfica homónima que realizó Joseph L. Mankiewicz en 1953. Os he seleccionado la versión doblada al castellano: atentos a las palabras, los gestos y el tono de voz de Bruto (James Mason) y Marco Antonio (Marlon Brando).

Oratoria. Discursos de Bruto e Marco Antonio en «Julio César», 1953. from Alba Pérez on Vimeo.

LA ORATORIA EN NUESTRA ÉPOCA

Todos nos hemos encontrado en alguna ocasión en la que hemos tenido que hablar con alguien para conseguir algo: explicar a un profesor por qué has llegado tarde, solicitar a tus padres que te permitan hacer algo, convencer a un amigo de que te acompañe a hacer un recado, contar una anécdota con gracia…

Mayte Salvador nos contó que todos somos buenos oradores y todos necesitamos de la oratoria. Esa capacidad innata requiere, sin embargo, trabajarla con naturalidad y técnica.

Tal como decían los clásicos, y estudiaban en la Edad Media, la oratoria tiene una parte verbal y una parte gestual: de todo lo que comunicamos un 20% es la idea que queremos decir, un 70% es lenguaje no verbal y un 10% es la voz.

EL LENGUAJE NO VERBAL

El lenguaje no verbal —la actio, como dirían los latinos— es muy importante. Cuando hablamos reforzamos nuestro mensaje con gestos del rostro, movimientos de las manos, posturas corporales, tono de voz, etc.

Todos estos elementos constituyen una serie de códigos no verbales que se pueden estudiar desde tres puntos de vista:

  • La paralingüística: estudia aquellos elementos que acompañan a las emisiones lingüísticas y que constituyen señales, ya que comunican información. Entre los elementos paralingüísticos se incluyen los siguientes:
    • La intensidad o el volumen de la voz, el tempo (velocidad de emisión de los enunciados) y el tono (altura musical de los sonidos).
    • Las variantes de entonación y la duración silábica: por ejemplo, al titubear, al consolar a otros, al negar con énfasis…, se producen alargamientos silábicos; con los acortamientos se expresa impaciencia, irritación…
    • Los silencios son igualmente significativos.
  • La cinésica: estudia los gestos, las maneras y las posturas corporales. Los movimientos de la cara y el cuerpo brindan datos sobre la personalidad y el estado emocional de los individuos; por ejemplo, el rostro expresa emociones como felicidad, miedo, tristeza… La postura corporal transmite la actitud en la interacción con los demás: tensión, interés, aburrimiento…
  • La proxémica: analiza las disposiciones de los sujetos y de los objetos en el espacio, así como el uso significativo que los sujetos hacen de este.

Teniendo en cuenta todos estos criterios debemos controlar nuestro lenguaje no verbal para mostrar una actitud abierta, natural y transmitir una sensación de seguridad.

Antes de empezar nuestra exposición

  • El vestuario: debemos cuidar nuestra ropa para que sea adecuada y cómoda. No debe distraernos ni distraer. Si llevamos chaqueta, bolso, etc. debemos colocarlos en un sitio discreto antes de empezar a hablar de modo que no nos distraiga ni nos preocupe.
  • Materiales que van a apoyar nuestra exposición:
    • Si vamos a acompañar nuestra exposición en un texto escrito, debemos llevarlos preparados, ordenados y necesitamos haber ensayado antes dónde vamos a dejarlos, cómo vamos a pasarlos conforme los vayamos exponiendo, etc.
    • Si nuestra exposición requiere de medios audiovisuales (audios, vídeos, presentación de Powepoint, etc.) nos aseguraremos antes de empezar de que todo funciona correctamente.
  • La voz: hay que preparar la voz antes de empezar. Podemos hacer varios ejercicios:
    • Vocalización: se repite varias veces la serie A, I, O, U, exagerando la pronunciación.
    • Repeticiones de frases con distintos tonos: gritando, riendo, llorando, susurrando, tartamudeando, etc. Mayte Salvador nos sugirió  repetir: «Yo tenía un globo de color azul. Lo hinchaba, lo hinchaba y se llenó de luz.»
  • El espacio: antes de empezar debemos conocer el espacio donde vamos a realizar nuestra exposición. Es importante conocer la capacidad del lugar, la distancia a la que vamos a estar de nuestro público, los elementos que van a estar a nuestra disposición durante la exposición (mesa, sillas, atril…), etc.

Comienza la exposición

  • La presencia escénica: debemos entrar en  el espacio donde vamos a exponer con «presencia escénica», es decir, caminando erguidos, con los hombros relajados, tranquilos y sin precipitarnos. La actitud debe ser lo más natural posible: el público suele recibir mal actitudes prepotentes o «chulescas». Debemos mostrarnos tal como somos.
  • Nos situamos en una posición de proactividad: erguidos, con la pierna izquierda adelantada y el peso corporal cargado en la pierna derecha. Esta postura nos permite «anclarnos» y evitar movimientos incontrolados (pasitos a derecha e izquierda, giros extraños, etc.) que dan ante nuestro auditorio una imagen de nerviosismo o descontrol.
  • Si vamos a utilizar un atril, dispondremos los papeles con tranquilidad y antes de empezar a hablar miramos a nuestro público haciendo un «barrido general» con una sonrisa.
  • Las manos: siempre a la vista. Nunca hay que meter las manos en los bolsillos o cruzar los brazos, ya que transmitimos una imagen de falsedad o desinterés. Para evitar movimientos descontrolados con las manos se puede coger la mano con la otra con el dedo pulgar o sostener entre las manos un clip. Es mejor no llevar bolígrafos u objetos (anillos, pulseras, etc.) que distraigan al auditorio o que nos molesten.
  • Empezamos con calma. Cuanto más nerviosos estemos, debemos ir más despacio. Una buena técnica es exagerar la vocalización al principio hasta que controlemos completamente la voz.
  • La voz: es importante adecuar el volumen al auditorio si no se dispone de micrófono; también hay que adecuar el tempo (la velocidad) y evitar hablar demasiado deprisa (error típico cuando se está nervioso) o demasiado lento.  Nuestro discurso debe tener «color», es decir, debemos pronunciar cada palabra con el tono adecuado y enfatizar en cada párrafo una o dos palabras. También utilizaremos el volumen para llamar la atención.
  • El silencio: «Quien controla el silencio, controla la comunicación». Nuestro discurso puede estar matizado con silencios que den énfasis a lo que explicamos.
  • Público: al hacer ese «barrido» inicial, aprovechamos para echar un vistazo a nuestro auditorio. El público suele dividirse en tres grupos: los amigos, los neutrales y los hostiles. Nuestro discurso pretenderá ganar a los neutrales y  convencer en la medida de lo posible a los hostiles. Mientras hablamos miraremos a todos, pero volveremos siempre a quien nos devuelva la sonrisa o haga gestos de asentimiento, ya que será un apoyo para nosotros.

Observa este discurso de Chimamanda Adichie. Lo pronunció en una charla TED sobre África y allí habló sobre por qué «Todos deberíamos ser feministas». Fíjate en su posición en el escenario. Observa cómo su «presencia escénica» llena el escenario, dónde dirige la mirada, cómo controla la voz y los silencios.

EL LENGUAJE VERBAL: VUESTRO DISCURSO

La atención del público va de más a menos; así que convendrá organizar bien el texto para que no sea pesado y mantenga, dentro de lo posible, la atención.

Antes de empezar a desarrollar nuestro discurso tenemos que hacernos tres preguntas_

  • ¿Qué queremos comunicar?
  • ¿Cuál es nuestro objetivo?
  • ¿A qué público va dirigido?

Una vez que tengamos claras las respuestas a estas preguntas, escribiremos nuestro discurso de forma que esté bien estructurado. Lo mejor es una estructura clásica que el público pueda reconocer:  presentación, nudo y desenlace o conclusión.

  • Presentación: es muy importante saludar al público. Si no nos han presentado antes, nos presentamos nosotros mismos y presentamos brevemente el tema de nuestro discurso. Si es el caso, hay que mostrar nuestro agradecimiento a las personas que nos han invitado a pronunciar el discurso y a los que nos escuchan.
  • Nudo: desarrollamos nuestro discurso con frases cortas y bien estructuradas, con construcciones sintácticas sencillas: sujeto + verbo + predicado. Nuestro discurso debe contener un máximo de tres ideas-clave que el público debe retener. No hay que sobrecargarlo con demasiada información.
  • Conclusión: se puede resumir muy brevemente el contenido del discurso. Es importante despedirse del auditorio y dar las gracias.

GRANDES DISCURSOS

Algunos discursos del siglo XX han sido reconocidos como obras maestras de la oratoria. Os incluyo una serie de famosos discursos para que los leáis y los analicéis.

Martin Luther King fue un  pastor estadounidense de la Iglesia bautista, que desarrolló una labor crucial en Estados Unidos al frente del movimiento por los Derechos Civiles para los afroamericanos y que, además, participó como activista en numerosas protestas contra la Guerra de Vietnam y la pobreza en general.

En este vídeo podemos oír el discurso que pronunció en  Washington en 1963 tras la Marcha por la Libertad:

También es famosísimo el discurso de Barack Obama en New Hampshire donde inició su campaña con el lema «Yes, we can».

Steve Jobs, el fundador de Apple, pronunció este famoso discurso en la Universidad de Stanford. Este discurso se ha considerado un modelo de discurso de motivación:

Steve Jobs – Discurso en Stanford (Sub Español HD) from Kakus Popoks on Vimeo.

La canadiense Severn Suzuki fundó a la edad de 10 años, la Organización Infantil del Medio Ambiente (Environmental Children’s Organization – ECO), dedicada a difundir entre los niños y jóvenes, la causa medioambiental.

En el año 1992, cuando Severn tenía 12 años, reunió fondos junto a un grupo de amigos activistas de ECO, para asistir a “The Eart Summit”, cumbre medioambiental encabezada por la ONU en la ciudad de Rio de Janeiro. Entre los presentes, estaban 108 Jefes de Estado, como George Bush, François Mitterrand, Helmut Kohl y Fidel Castro.

Cuando tomó la palabra, pronunció un breve discurso de poco más de seis minutos que hizo callarse avergonzados a todos los grandes dignatarios del mundo reunidos en la cumbre:

Emma Watson es una de las actrices más famosas del momento (además de ser una de vuestras elecciones en el Proyecto Anfitriones); aparte de su carrera como actriz, Emma Watson se ha manifestado como una gran defensora de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Aquí podéis ver y oír su discurso en las Naciones Unidas, presentando el programa HeForShe:

Malala Yousafzai, la joven que fue atacada por los talibanes por defender el derecho de las niñas a la educación, habla en las Naciones Unidas:

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